La dosificación de las trufas alucinógenas es un aspecto crucial que puede determinar la intensidad y la duración de la experiencia. Quemados los muslos, probaron las entrañas; é incontinenti dividieron lo restante en pedazos muy pequeños, lo atravesaron con pinchos y lo asaron, sosteniendo con sus manos las puntiagudas varillas. La trufa negra (Tuber melanosporum) debe consumirse fresca, preferiblemente en las 48 horas posteriores a su recolección. Tradicionalmente Tuber melanosporum ha sido altamente demandada, en particular por Francia e Italia; sin embargo, en los últimos tiempos, Estados Unidos y algunos países asiáticos, como Japón, China y Corea, demandan cantidades cada vez mayores de este producto. Para proteger uno de sus tesoros gastronómicos más preciados, Bélgica impide la denominación ‘chocolate belga’ a cualquier producto que no haya sido fabricado en el país. Después de licenciarse en Economía, Rozalén volvió a sus orígenes y creó La Trufería, la primera tienda física de este producto en Madrid (Mercado de San Antón). En Chocolala Belga vas a encontrar verdaderas joyas, como las orangetas (piel de naranja confitada bañada en chocolate negro), los kastels (bombones con forma de castillo rellenos de praliné) o los bombones de flor de violeta, cuya receta está inspirada en Madrid.
Las setas son un alimento nutritivo y si bien su contenido en proteínas no es especialmente alto, como si ocurre con los cereales, los frutos secos y las legumbres, se encuentra en un nivel cercano al de las verdura, especialmente cuando se consumen luego de haber sido deshidratados. Se trata de una finca familiar, de más de 50 hectáreas de plantación de carrascas, situada en una de las zonas truferas por excelencia a nivel internacional. Teruel es hoy la provincia con más hectáreas cultivadas. Abrimos la primera tienda física en Teruel en 2017 y el año siguiente, en Madrid. Lo cual no ha imposibilitado a Paul-Hector Bossier, un artesano del chocolate procedente de Gante, ofrecer en Madrid sus propias y exquisitas creaciones con el mejor chocolate importado de su país. Aquí trabaja con tres tipos de chocolate artesanal recibido de Bélgica (negro, con leche y blanco) a partir del cual crea deliciosas trufas de distintos sabores (café, cava, naranja o coco), bombones y tabletas de chocolate, tradicionales o adererezadas con frutos secos, frutas e incluso verduras (chocolate con tomate italiano seco, ¡un placer!).
Una vez templado el chocolate, añadimos con cuidado la nata montada y mezclamos bien, a ser posible con una espátula de silicona y con movimientos envolventes, para que la nata no se baje. Una trufa también puede ser una especie de bombón o dulce que combina chocolate, crema de leche, manteca o mantequilla y otros ingredientes. Berlín se agrandaba; empezaban a ser conocidas las dulDigiby zuras de la existencia que el difunto rey había desdeñado con exceso; algunas personas tenían muebles; la mayor parte incluso llevaban camisa; en el reinado precedente apenas se conocía más que las pecheras, atadas con unos cordones; el rey reinante se crió de ese modo. Esta poderosa herramienta de cocina es 100 % de acero inoxidable, es apta para la lavavajilla, y tiene un cuchillo muy filudo, que a través de tornillos puede regular el grosor de las laminas. En cuanto a su peso, cada unidad puede oscilar entre 20 y 100 gramos, lo que las convierte en un ingrediente preciado y exclusivo.
Su nombre está dado por la apariencia de las trufas, similar a la de los mencionados hongos: "Mi mamá preparó trufas para el postre", "Gracias por la caja de trufas, estaban deliciosas". Pues habéis de saber que reinaba en un valle fertilísimo, que dominaba la montaña de donde había tomado su pintoresco nombre. Así es que el sexo fuerte entrega a la mujer todas las penalidades domésticas, i muchas veces algunas otras que no le son privativas, como el corte de la leña, el cultivo i cosecha, el remo i hasta el penoso trabajo de la sierra, no es raro verlo ejecutar por mujeres. La preparación de las trufas es relativamente sencilla. Las primeras trufas maduran en septiembre y se mantienen hasta finales del otoño, principios de diciembre. En los cultivos hay un trabajo previo y se retiran las piedras, que son las que dificultan su crecimiento. Entre los motivos por los cuales este hongo es tan caro está que es difícil de encontrar y crece escasamente en regiones muy concretas. Tras una hora en el refrigerador, sólo queda disfrutar de este sencillo pero irresistible postre.